martes, 26 de octubre de 2010

'Requiem for a Mother' (English version)

The why a mother always find out everything, know everything and can give you the solution for all is still a mistery for us. The mother.  The case is that, although we don't want to recognize or even we aren't  aware of it, the mather is the person to whom we turn when something is wrong.  And she is always, although she already knows or  find out or she already knows the reason of our concern, she will give us that solution that only she can.

     There are a lot of dangers  waiting for us. We are little helpless babies and our mothers are the Saint George always ready to fight against the dragons, the fears and the dangers. Our sins or our mistakes don't matter, even there are a lot of temptations finding us from the darkness. Beyond all of this mess, the solution is always with our mother's support words, endless listening moments and that hug in the end.

     Besides, there is a moment we can repeat over and over when we find out that, just that hug can save us from the rest of the world. When we became a little child, being protected. How if we hadn't been protected before that. Then, we hug ourselves and we return to that perfect situation when everything was perfect. There wasn't problems, nor fear, nor  tears. Everything was soft, warm and quite. When her voice sounded background with an eternal hug.

     If anyone want to discuss me, just think about this: How do you try to forget what is disgusting you, when you are alone in your room, when she isn't to return you a baby? She'll always stare at you from hide while you are lied, hugging your knees, hiding from the entire world, looking for the protecting and warm hug. There is not a better position to fight against external threat. We are recomended to do that in the craft before we crash. It would be for a reason.

domingo, 24 de octubre de 2010

'Requiem for a Mother'

El motivo por el cual una madre se entera de todo, lo sabe todo y conoce solución para todo aún nos resulta un misterio. La madre. El caso es que, aunque no lo queramos reconocer o ni siquiera seamos conscientes de ello, es a la madre a quien recurrimos cuando algo no va bien. Y ella siempre está, aunque ya se haya enterado o ya sepa el por qué de nuestra inquietud, para darnos esa solución que sólo ella puede dar.

     Con todos los peligros que nos acechan, somos pequeños bebés indefensos y ellas ese San Jorge siempre dispuesto a acabar con los dragones, los miedos y las amenazas.  Poco importan nuestros pecados o errores en los que podamos caer, muchos en potencia al ver el grado de las tentaciones que nos otean desde la oscuridad. Más allá de todo lo complicado, la solución llega siempre con las palabras de apoyo, los momentos de escucha sin fin y ese 'punto y a parte' materializado en un abrazo.

     También existe ese momento, que puede repetirse una y otra vez, en que nos damos cuenta que sólo en ese abrazo estamos a salvo del mundo. Cuando volvemos a ser pequeños y volvemos a estar protegidos. Como si alguna vez hubiéramos dejado de estarlo. Entonces nos fundimos en ese abrazo, nos encogemos sobre nosotros mismos y regresamos a ese estado en que todo era perfecto. No había problemas, ni temor, ni lágrimas. Todo era suave, cálido y tranquilo. Con su voz de fondo y su abrazo perpetuo.

     Si todavía alguien me rebate, que piense en esto: ¿Cómo intentas olvidar aquello que te atormenta, en la soledad de tu cuarto, cuando ella no está para hacerte volver al estado original? Siempre te mirará desde lo alto y te verá recostado, de lado, abrazando tus rodillas, escondiendote del mundo, buscando el calor y el abrazo protector. No existe una posición que nos cuide mejor de las amenazas externas como ésta. Ya nos lo recomiendan en el avión antes de que éste se estrelle. Por algo será.

jueves, 14 de octubre de 2010

Asesinadas por ser mujeres

Mientras aún tenemos presente el debate sobre cómo llamarlo, violencia de género, machista o doméstica, otra mujer ha muerto a manos de su pareja. Este año va camino de superar las cifras del anterior ya que, la de hoy suma 55 mujeres muertas, las mismas que en todo 2009. Con el drama que esto supone, es inevitable pensar que el sistema, las leyes, incluso un Ministerio creado para paliar esta lacra, no cumplen con su deber.

     Aunque, si observamos las cifras, vemos que sólo ocho de cada diez mujeres muertas en 2010 habían denunciado a sus agresores. Como bien ha dicho la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, "si las mujeres no denuncian, el sistema no tiene conocimiento de estas agresiones y no puede hacer nada por ellas". A pesar de ello, diez de estas mujeres asesinadas tenían una orden de alejamiento contra sus maltratadores y, aún así, acabaron como la que hoy ocupa las páginas de Sociedad de los periódicos.

     Entonces, ¿qué es lo que falla? ¿Necesitamos más campañas publicitarias o mayor concienciación social? El problema, sin duda, está dentro del entorno más íntimo, el familiar y ahí no puede entrar ningún nuevo Ministerio, ni campañas televisivas, ni la Aído si la mujer es la que limpia, cocina, cuida y atiende por el simple hecho de serlo. Nada puede cambiar, ni las cifras dejarán de aumentar si no trasladamos la protesta y el 'basta ya de violencia machista' a nuestras casas. Porque en el lugar donde una mujer debe sentirse más protegida y a salvo debe ser su hogar, no una casa de acogida, la comisaría o el juzgado.

     Si comenzamos desde el origen de la discriminación genérica, si nos enseñamos desde niños que en casa todos hacemos de todo, que ninguno es más o mejor que el otro por el hecho de ser hombre o mujer, no existirá esa diferenciación ni, por tanto, el abuso o el dominio sobre ellas, sustentado por arcaicos valores del pasado durante demasiado tiempo.

sábado, 9 de octubre de 2010

Con tacones sobre el césped

Esta noche, se me ocurrió 'zapear' con el mando mientras cenaba en busca de algo interesante que ver en la televisión. Tarea difícil que se repite casi cada noche. Por fin, y tras reiterar que la nueva TDT no es más que un montón de canales de teletienda y 'chat-tarot-engañabobos', decido dejar las noticias de Antena3. Están en la sección de Deportes.

     El periodista de turno habla de Fernando Alonso, Rafael Nadal y la "guapa" Ivanovic (cita textual). Hasta aquí todo normal hasta que nos presenta el vídeo curioso de la jornada que, por supuesto, interrumpen en lo mejor para introducir el corte publicitario. Lo normal es que no prestemos atención a este tipo de cosas. Lo primero, la publicidad no puede interrumpir un noticiario, pero bueno, ya lo hemos aceptado. Lo normal también es que no prestemos mucha atención al anuncio en cuestión (miramos, pero no vemos). Pero lo que no es normal y ha servido para escribir estas líneas es que el producto que nos venden en esos escasos 30 segundos sea una crema antiarrugas.

     ¿Estaremos ante el final del tópico que asegura que los deportes sólo le interesan al género masculino? ¿Habrán comprendido los medios de comunicación que las mujeres también podemos vibrar en la 'final lap' de un Gran Premio de Fórmula 1 o en la final de Wimbledon o Roland Garros, que podemos gritar como ninguno, o como cualquiera, 'España, Campeones del Mundo'? ¿Hemos conseguido esto por fin?

     Sorprendida para bien y emocionada por este posible cambio de mentalidad he olvidado la marca de la susodicha crema pero, sí recuerdo que Sebastian Vettel y Mark Webber dominan con sus Red Bull mientras que Rafael Nadal pasa a seminifinales en Tokyo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Una más (en apariencia)

Después de las redes sociales y Twitter, tenía que recuperar mi blog. Sabía que ya lo tenía, pero no había vuelto a escribir. Ahora, al retomarlo he descubierto que agoniza desde hace dos años... Muchas cosas han cambiado, aunque otras siguen igual.

     Como no he vuelto a encontrar la oportunidad de escribir de manera pública ni me han permitido experimentar la sensación de que me lean, he recuperado este pequeño hueco dentro de la gran maraña.

     Pero, y este nombre, ¿a qué se debe? Bien, vamos a acabar con estereotipos, clichés o prejuicios. Que parece que en este mundo ya está todo creado, que no hay más colores que inventar y por eso seguimos usando el mismo lenguaje para referirnos a determinados sectores de la sociedad. Yo digo 'basta'. Aunque tenga que ser con un juego de palabras pero, al menos, con humor que si no, ¿cómo íbamos a aguantar?